Toyota y su brecha con Tesla y BYD: ¿el perfeccionismo japonés es ahora una desventaja?

4 de agosto de 2025

Toyota, la marca que durante décadas ha liderado la industria automotriz global, enfrenta una encrucijada en plena transición hacia el coche eléctrico. La compañía reconoce que va por detrás de rivales como Tesla y BYD, y parte del problema está en su propia cultura empresarial.

En su colaboración con BYD en China, Toyota quedó impactada por la rapidez con la que su socio introducía cambios y soluciones. Mientras que la filosofía japonesa tradicional –basada en el “Kaizen” y la mejora constante– apuesta por testear minuciosamente cada avance, los fabricantes chinos prefieren poner los coches en la calle y optimizarlos después.

Esta diferencia cultural ha evidenciado un desfase. Consultoras como Caresoft han recomendado a Toyota rediseñar sus eléctricos desde cero, en lugar de adaptar sus modelos de combustión, para poder competir en eficiencia, costes y velocidad de desarrollo.

Toyota ha empezado a moverse. Ha contratado a Code Chrysalis, una startup especializada en software, que ya está formando empleados en Silicon Valley. Además, ha presentado nuevos modelos, como el Toyota RAV4, con sistemas digitales renovados y la promesa de vehículos definidos por software.

Sin embargo, algunos empleados siguen viendo los cambios como lentos e insuficientes. Bloomberg ha revelado que el desarrollo de software aún no está integrado plenamente en el proceso de fabricación, y que la empresa sigue premiando la antigüedad y la estabilidad interna por encima de la innovación y el riesgo.

Toyota insiste en su enfoque equilibrado: ofrecerá el tipo de vehículo más adecuado (eléctrico, híbrido o de combustión) en función del mercado. Lo cierto es que, pese a las dudas, sigue siendo la marca que más coches vende a nivel global. La gran incógnita es si, dentro de quince años, este enfoque será visto como una visión estratégica acertada o como el inicio de su estancamiento.

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